Para empezar, me gustaría hacer una pequeña introducción acerca de lo que fue la Escuela de la Señorita Olga, y es que esta rompía completamente con el sistema educativo predominante del momento. Así pues, se deja de lado el autoritarismo para adentrarnos en una educación más libre, en la que todos tienen su granito de arena que aportar y cuya opinión es importante a ojos de los demás.

Uno de los aspectos más curiosos que he apreciado a lo largo del video es la alegría con la que la gente habla de su paso por el colegio, y es que lo recuerdan como unos años de felicidad, de armonía. No hablan de un aprendizaje basado en los libros de texto, sino de un aprendizaje más vivido. Con esto quiero decir que la motivación de los niños y niñas cambia cuando, en lugar de tener una hoja con los diferentes tipos de árboles que han de memorizar y saber diferenciar, salen al campo, buscan ellos mismos y se preguntan que características varían entre uno y otro. Es entonces cuando la curiosidad fomenta esas ganas de querer saber más y el aprendizaje deja de verse como una obligación. De esta manera, los jóvenes aprendían, poco a poco, el valor de la naturaleza, de la música, de las matemáticas, etc.

También resulta interesante ver como, sin tener una asignatura de educación artística tal y como aparece hoy en día establecido en el currículum, estos poseían una destreza y un talento con el dibujo y con la pintura maravillosos. Se debe, en parte, a la libertad que tenían, y es que eran la imaginación y la creatividad las que guiaban sus impulsos. Parece contradictorio querer que los jóvenes desarrollen dichas habilidades mientras se les presiona a seguir un modelo establecido, es decir, no pueden dibujar un pez con tres bocas porque no se corresponde con la realidad, ni el mar de color naranja por el mismo motivo; por lo tanto, pienso que no se les debería exigir algo que nosotros mismos les estamos quitando.

Para finalizar, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la última frase del video, que dice “resulta peligroso abrir los ojos a alguien para que se encuentre con la verdad”. A mi parecer, la interpretación de esta frase puede ser muy subjetiva, y el significado que yo le doy es que las personas se aferran tanto a lo que es suyo que huyen del cambio y de lo novedoso, y cuando alguien intenta mostrarles otras opciones que puede que sean mejores, pueden llegar a despreciarlo y contradecirlo sin apenas argumentos, simplemente por no probar, por quedarse con lo suyo. Relacionándola con el sistema educativo, personalmente, pienso que no se puede tener la mente cerrada, ya que siempre se puede mejorar, y nosotros como docentes tenemos en nuestras manos lo que es el futuro de nuestra sociedad, así que debemos de centrar nuestros esfuerzos en proporcionar la mejor educación posible.

A través de La escuela de la Señorita Olga se puede acceder al documental.