En esta publicación, vamos a adentrarnos más profundamente en el concepto de creatividad. Para ello, recomiendo la visualización de la entrevista que Eduard Punset realiza a Ken Robinson conocida como Los secretos de la creatividad.

La primera pregunta que nos debemos hacer consiste en, ¿qué es la creatividad? Una noción tan abstracta como esta resulta difícil de definir, por lo que si tuviésemos que hacer una lluvia de ideas, podríamos vincularla con la imaginación, la originalidad, el dejarse llevar, el yo interior, la personalidad, entre otras. Ken Robinson la define como “el proceso de tener ideas nuevas que sean valiosas” que surgen gracias al trabajo de la imaginación. Todos y cada uno de nosotros poseemos ciertas destrezas creativas, aunque estas necesariamente han de trabajarse y desarrollarse desde edades bien tempranas, y continuarse durante todo el ciclo vital, tanto en el ámbito laboral, como en la vida cotidiana.

Ken Robinson, para ello, habla del elemento, y “decimos que alguien está en su elemento cuando hace algo con lo que se siente cómodo”. Es por eso que el primer paso consiste en descubrir qué es lo que a los niños y niñas les apasiona y entusiasma, aquello con lo que pierden la noción del tiempo sin apenas importarles, es decir, observar todo aquel abanico de señales que día a día nos lanzan, y animarles a seguir con ello. Sin embargo, como bien hemos comentado en la publicación anterior, hay una opinión social que nos envuelve, y de la que necesariamente tenemos que apartarnos, que consiste en querer encaminar a los jóvenes al estudio de determinadas materias, y apartarles de otros aspectos que consideramos “tonterías que no les van a llevar a ningún sitio”. Descubrir cuál es su elemento, e incentivarles a trabajar en él, es lo que hará que el joven se sienta feliz y a gusto con su profesión futura, y luche por hacer de ella el reflejo de su pasión.

En el ámbito de la enseñanza, si enfocamos la educación hacia el cambio, sabremos que la sociedad de hoy en día es la plasmación de las huellas del pasado, es decir, somos nosotros los que hemos creado este mundo, con sus problemas y valores, pero también somos nosotros los que tenemos la oportunidad de recrearlo. Eh aquí donde entra en juego la creatividad, la capacidad de buscar soluciones, de afrontar desafíos, de avanzar. No podemos transmitir a los niños y niñas el modelo social vigente y esperar que en un futuro todo mejore, sino que lo que tenemos que hacer es despertar su espíritu crítico y su imaginación, y dejar que todo fluya. Tal como dice Philippe Meirieu “la clave de la educación consiste en permitir al niño que se plantee sus desafíos y acompañarlo, de manera exigente, para que consiga superarlos”.